DROSS ROTZANK

BIOGRAFÍA

Ángel David Revilla (nacido el 16 de julio de 1982), mejor conocido como Dross Rotzank , es un YouTuber y escritor venezolano que actualmente reside en Buenos Aires, Argentina .

Ángel David Revilla nació el 16 de julio de 1982 en Caracas , Venezuela . Él tiene ascendencia italiana. Estudió periodismo y comunicaciones en la Universidad Santa María, graduándose en 2007 con una Licenciado en Comunicación Social. La historia de Dross comenzó cuando era crítico de videojuegos para sitios como Vandal y MeriStation. Después de entablar un debate sobre las consolas de juegos, específicamente la superioridad de PlayStation 2 sobre Dreamcast , fue expulsado de estas comunidades. En ese momento, nació su personaje El Troll.Dross aprovechó esta oportunidad para abrir su propio sitio web, El Diario de Dross, donde combinó el humor negro con elementos machistas y fascistas , todo expresado en la voz de su personaje. Revilla también abordó temas controvertidos como la existencia de Dios y el debate sobre los derechos reproductivos. Desde entonces, se ha hecho un hueco en el género de terror, asustando a millones con sus videos y libros. Revilla tiene una popularidad considerable en toda América Latina, aunque su atractivo se está ampliando al público de habla hispana en los Estados Unidos y Europa.
CARRERA

Revilla comenzó su carrera escribiendo reseñas de juegos para sitios web como Meristation y GameFAQs, pero rápidamente pasó a crear contenido de blog en El Diario de Dross, donde exploró temas provocativos utilizando una receta distintiva de narración de cuentos y humor negro.Para 2013, un interés de por vida en lo paranormal llevó a Revilla a comenzar a crear videos temáticos de horror y conspiración. Este movimiento generó un gran éxito mundial para Revilla e impulsó el canal DrossRotzank a más de 18 millones de suscriptores. Se convirtió en el creador de género de terror más suscrito en YouTube, así como el primero en llegar a más de 13 millones de suscriptores en cualquier categoría en el país de Argentina.Revilla actualmente tiene dos canales adicionales de YouTube, Los Vlogs de Dross (2.56 millones de suscriptores) y Mi Querido Mussolini (My Dear Mussolini), que presenta las aventuras de su mascota y su mascota, un pez Oscar llamado Mussolini. Sus cuentas de Instagram, Twitter y Facebook cuentan con millones de seguidores y seguidores devotos.Además de crear contenido digital y escribir, Revilla viaja por toda América Latina para encabezar grandes eventos y aparecer en las firmas de libros.
En 2018, su trabajo como creador de contenido digital e influyente en las redes sociales fue reconocido con el prestigioso Premio Digital Martin Fierro: Premio Especial.
Revilla está trabajando actualmente en su próxima novela.

LIBROS

Su primera novela, Luna de Plutón ( Luna de Plutón ), fue publicada por Planeta en España y América Latina en 2015 y se convirtió en un best seller en pocas semanas. Su segundo libro, El Festival de la blasfemia (El Festival de la Blasfemia) fue lanzado en 2016,  y una secuela de su primer libro, Luna de Plutón II: La Guerra de Ysaak (Luna de Plutón 2 : La guerra de Ysaak), en marzo de 2017.Valle de la Calma (Valle de la calma) se publicó en 2018.

El 14 de junio de 2017, Revilla lanzó una serie de historias tituladas Dross cuenta 3 historias de terror (Dross cuenta 3 historias de terror ). La serie concluyó el 29 de octubre de ese año.
El 1 de agosto de 2019, el autor lanzó su trabajo más reciente, El libro negro , que explora temas de la web profunda y el horror cósmico. El libro estuvo disponible en Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay el 1 de septiembre de 2019, y estará disponible en México, Colombia y Ecuador el 1 de noviembre de 2019.A partir del 6 de septiembre de 2019, El libro negro fue el libro número uno más vendido en algunos países de las Américas.

BIBLIOGRAFIA:https://en.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngel_David_Revilla



¿QUIEN ES DROSS?

DROSS, EL YOUTUBER QUE METE MIEDO EN LAS REDES SOCIALES

¿Pero quién es Dross? Si le hacemos esta pregunta a una chica o a un chico de 13, 14, 15 años, contestará como quien fue arrojado a una jaula absurda de lo obvio: “‘¡¡¡Dross!!!’ ¿Cómo quién es?” Es posible que estemos hablando con uno de los 2.500 fans que el año pasado, en la Feria del Libro, en Argentina, hicieron una cola de seis horas para llevarse un libro firmado o una foto con él.Y seguro será de los millones que vieron una, diez, muchas veces, unos vídeos de YouTube que se llaman: “Las grabaciones de fantasmas más perturbadoras” (casi 5 millones de vistas), “Las 7 canciones y melodías más aterradoras de la historia” (más de 5 millones de vistas) y “7 finales de series más perturbadores” (más de seis millones de vistas).
No es difícil discernir las palabras clave que componen la fórmula del éxito. Cerca de cumplir los 35, el venezolano que agita el misterio con su personaje de anteojos negros y sombrero ya lleva diez años instalado en Argentina. Su nombre es Angel David Revilla y vino de Venezuela en abril de 2007. Hacía tres años que su madre había emigrado al país argentino, y él se había licenciado como comunicador social en su país. Con hambre de escritura, abrió su blog, El Diario de Dross, un acierto en la web.


“Mi sueño –dice– era publicar libros, y entonces me metí a You Tube (ahí su nombre es DrossRotzank). Fue la evolución natural del blog. Pero además dije: si me va bien, la gente de (la editorial) Planeta me va a hacer caso. Tardó un tiempo, pero funcionó: “En su departamento de zona norte, parecemos estar invitados a un “Espacio Dross”.
Las tapas de sus libros están enmarcadas en unos cuadros grandes; la pared del pasillo tiene pintado su grito de guerra: Coñooo. En el sillón, en un centro de mesa, en una repisa encima de su escritorio/comando hay un montón de muñequitos; más grandes, más pequeños. Son regalos. Hay un cerdito, un Darth Vader. Y también un símil Playmobil y varios peluches que son él: son muñecos de Dross, made in la casa de los fans.

A los 23 años ya había escrito Luna de Plutón, que publicó en 2015. Leía a Agatha Christie, a Lovecraft, al inglés Clive Barker, al venezolano Jaime Ballestas. “No me encontraba en otra parte que no fuera leyendo. Ahora estoy ocupadísmo”, se queja un poco, pero sólo un poco. A la vista hay un billete de avión: unas horas después de la entrevista se irá de gira promocional a México, el país que, por volumen de población, le aporta más suscriptores.


El libro nuevo by Dross, como figura en la tapa, se llama La Guerra de Ysaak, que matiza que se trata de Luna de Plutón II. El narrador es amigo. En la primera frase aconseja: “Olvidate de la tierra”. Porque todo ocurre en otro planeta, también habitado, llamado Yovedi. En Yovedi hay “vida inteligente”, en el sentido de que no hay guerras, ni indigencia. Pero algo pasa (o mucho: es una novela de casi 600 páginas) y el ex niño Hathor, ahora un adulto joven, debe reaparecer como salvador.
¿Y quién es Ysaak en el título? Estudiante, 19 años, tigre blanco, explica la guía al final del libro. Hay mucho que retener y uno puede ir y venir de esas páginas, que ofrecen precisiones sobre sitios (Yovedi, por ejemplo, es un planeta “un poco más pequeño que Neptuno”) y nombres (los Tenazian vendrían a ser como unos superarmenios: un pueblo progresista y avanzado capaz de hacer viajes interestelares).
Todas esas cosas están en la cabeza de Dross, que a estas alturas se siente “más escritor que youtuber”, aunque sabe que no es la hora de abandonar un oficio que se toma con seriedad. “Para cada vídeo de 7 minutos escribo un guión de dos páginas y lo corrijo dos veces; hago la locución, busco imágenes, hago la musicalización y la edición.” Sus famosos Top 7 perturbadores pueden llevarle doce horas de trabajo. Como se levanta temprano y es bastante rutinario, ya tiene 70 historias en parrilla. No puede relajarse si quiere mantener el ritmo de tres producciones por semana.

Después del párrafo anterior, si la pregunta es “¿Un youtuber trabaja?”, la respuesta es: bastante. Al principio hacía otro tipo de vídeos. Mostraba su (anterior) casa y soltaba más groserías. El primero fue en un “género” que también le dio resultado a varios de sus pares: se grabó jugando a un videojuego muy difícil, que lo hacía enojar. “Me iba bien, pero en un momento me reinventaba o me estancaba. Y con los vídeos de terror llegué a los 10 millones de suscriptores, y ya casi voy por 11”.
¿Algún secreto? “Son vídeos que tocan los nervios. Y un poquito la moral.” Probar con los libros “fue saber cómo trasladar de café a té”, se le ocurre. Son de ciencia ficción, de fantasía, de humor negro. “Un poco engañosos, porque están apuntados a lectores juveniles pero tienen bastantes cosas de adultos.” Piensa: “Me gusta regocijarme con la idea de que son como las películas animadas de los viejos tiempos. Algo políticamente correcto, pero que te puede dar un infarto.” Lo encauza: “Como el libro original de Pinocho”.


En definitiva: “No es mala intención”. La fama de un youtuber es un poco distinta. “Entiendo la diferencia con algo tan brusco como la popularidad de la TV. Pero cada vez que salgo hay una o muchas personas que me piden fotos. Y me siento feliz como la primera vez.” Quiere afirmarse como escritor, pero en su ecosistema parece condenado al éxito. Probó en YouNow, un streaming en vivo, y juntó 36.000 personas.
Es verdad que cuando los ceros son tan cuantiosos se mezclan en los ojos y quizá no digan nada especial. Y tampoco, o tal vez sólo en EE.UU, la web da para vivir con holgura: “Te diría que hoy los libros son mi fuente de ingreso más estable.” A Venezuela no volvió. “No es un misterio que estoy completamente en contra de lo que está pasando: está a punto de ser un Estado fallido.” De su país natal extraña las arepas, pero en Argentina le gustaron enseguida el mate y el asado. “Argentina es mi casa: lo mío por Argentina es amor.” Se ve que hay recompensa: “En una presentación, una chica saltó una valla para estar a mi lado. Cuando pasan estas cosas me quedo sin palabras, me surge el instinto de contener, de abrazar”.
Cuando sale de la habitación vestido de Dross, jugamos a pensar que es una mezcla de Indiana Jones, Ozzy Osbourne y Joey Ramone, Nada, eso. Fin.


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